Biblia Total


Mateo 8 - Biblia Castilian 2003


Jesús sana a un leproso

1 Cuando bajó del monte, lo siguió una gran multitud.

2 En esto, se le acercó un leproso y se postró delante de él, diciéndole: "Se or, si quieres, puedes dejarme limpio".

3 Y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: "Quiero, queda limpio". E inmediatamente quedó limpio de su lepra.

4 Jesús le dijo: "Cuidado con dec rselo a nadie. Pero esto s; ve a presentarte al sacerdote y a ofrecer el don que mandó Moisés, para que tengan constancia de ello".

Jesús sana al siervo de un centurión

5 Cuando entró en Cafarnaún se le acercó un centurión y le suplicó: "

6 Se or, mi criado está en casa paral tico, con terribles dolores".

7 Jesús le dijo: "Yo mismo iré a curarlo".

8 Le contestó el centurión: "Se or, yo no soy digno de que entres bajo mi techo; bastará con que lo digas y mi criado se curará.

9 Porque también yo, aunque no soy más que un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace".

10 Cuando Jesús lo oyó, quedó admirado y dijo a los que le segu an: "Os lo aseguro: en Israel, en nadie encontré tanta fe.

11 Os digo, pues, que muchos vendrán de oriente y de occidente a ponerse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos;

12 en cambio, los hijos del reino serán arrojados a la oscuridad, allá afuera. All será el llanto y el rechinar de dientes".

13 Entonces dijo Jesús al centurión: "Vete; que te suceda como has cre do". Y en aquella misma hora se curó el criado.

Jesús sana a la suegra de Pedro

14 Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro vio que la suegra de éste yac a en cama con fiebre;

15 le tocó la mano y se le quitó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirle.

16 Llegada la tarde, le presentaron muchos endemoniados. Expulsó con su palabra a los esp ritus y curó a todos los que estaban enfermos,

17 para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isa as cuando dijo: Él mismo tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades.

Los que querían seguir a Jesús

18 Viendo Jesús la muchedumbre que se agolpaba a su alrededor, dio orden de pasar a la otra orilla.

19 Se le acercó un escriba para decirle: "Maestro, te seguiré adondequiera que vayas".

20 Jesús le contesta: "Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza".

21 Otro, que era de sus disc pulos, le dijo: "Se or, perm teme que vaya primero a enterrar a mi padre".

22 Pero Jesús le contesta: "S gueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos".

Jesús calma la tempestad

23 Luego subió a la barca, y lo acompa aron sus disc pulos.

24 En esto se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas pasaban por encima de la barca. Pero él estaba dormido.

25 Se le acercaron y lo despertaron, diciendo: "¡Se or, sálvanos, que nos hundimos!".

26 Pero él les dice: "¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?". Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar y sobrevino una gran calma.

27 Los hombres quedaron admirados y se preguntaban: "¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y la mar le obedecen?".

Los endemoniados gadarenos

28 Cuando llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados, que sal an de los sepulcros. Eran tan furiosos que nadie se atrev a a pasar por aquel camino.

29 Y se pusieron a gritar: "¿Qué tienes tú que ver con nosotros, Hijo de Dios? ¿Viniste antes de tiempo para atormentarnos?".

30 A cierta distancia de ellos pac a una gran piara de cerdos

31 y los demonios le suplicaban: "Si nos vas a echar, mándanos a esa piara de cerdos".

32 Él les dijo: "Pues id". Ellos salieron de all y se fueron a los cerdos; de pronto, toda la piara se arrojó con gran mpetu al mar por un precipicio y perecieron en las aguas.

33 Los porqueros salieron huyendo y se fueron a la ciudad a llevar la noticia de todo lo ocurrido con los endemoniados.

34 Entonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, cuando lo vieron, le suplicaron que abandonase aquellos territorios.