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Proverbios 3 - Biblia Castilian 2003


Exhortación a la obediencia

1 Hijo m o, no olvides mis ense anzas y guarda mis preceptos en tu corazón,

2 porque largos d as, a os de vida y paz a adirán en tu haber.

3 No te abandonen la bondad y la lealtad: sujétalas a tu cuello, escr belas en la tablilla de tu corazón

4 y hallarás favor y buena acogida ante Dios y ante los hombres.

5 Conf a en Yahveh de todo corazón y no te apoyes en tu entendimiento.

6 En todos tus caminos reconócele y él enderezará tus senderos.

7 No seas sabio a tus ojos, teme a Yahveh y apártate del mal:

8 esto procurará salud a tu carne y alivio a tus huesos.

9 Honra a Yahveh con tus bienes y con las primicias de tus ganancias:

10 as rebosarán de trigo tus graneros y se desbordarán de mosto tus lagares.

11 No desprecies, hijo m o, la corrección de Yahveh y no tomes a mal sus reproches,

12 porque Yahveh reprende a los que ama, como un padre al hijo amado.

13 ¡Feliz el hombre que halló sabidur a, el hombre que adquirió inteligencia!

14 Pues su adquisición más vale que la plata, produce más rentas que el oro.

15 Es más preciosa que las perlas y no hay joya que se le pueda comparar.

16 Largos d as hay en su mano derecha, en su izquierda riqueza y honor.

17 Sus caminos son de delicia y todos sus senderos de paz.

18 Es árbol de vida para quien la alcanza: dichoso será quien la consiga.

19 Yahveh fundó la tierra con sabidur a, estableció los cielos con inteligencia;

20 por su ciencia se abren las fuentes del abismo y las nubes destilan el roc o.

21 Hijo m o, ten prudencia y reflexión: que no se aparten de tus ojos;

22 serán vida para tu alma y adorno para tu cuello.

23 As recorrerás seguro tu camino, sin que tu pie tropiece.

24 Si te sientas, no tendrás sobresaltos; si te acuestas, tu sue o será tranquilo.

25 No temerás el espanto repentino ni la tormenta que cae sobre el malvado,

26 porque Yahveh será tu seguridad y librará tu pie de la trampa.

27 No rehúses un favor a quien lo precisa si está en tu mano el hacerlo.

28 No digas a tu prójimo: "Vete y vuelve; ma ana te lo daré", si hoy puedes hacerlo.

29 No maquines maldad contra tu prójimo cuando se sienta confiado junto a ti.

30 No litigues con nadie sin motivo, si no te ha hecho mal alguno.

31 No envidies al hombre violento ni elijas sus caminos,

32 pues Yahveh aborrece a los perversos y pone su confianza en los justos.

33 Yahveh maldice la casa del malvado y bendice la morada de los rectos;

34 se burla de quienes son burlones y concede su favor a los humildes.

35 El honor es patrimonio de los sabios; los necios heredan la deshonra.