Salmos 104:28-30

28 Cuando tú se lo das, ellos lo toman, al abrir tú la mano se sacian de bienes.

29 Si tú ocultas tu rostro, ellos se aterran; si retiras tu aliento, ellos fenecen, retornando a su polvo.

30 Al enviar tu aliento, son creados, y haces nuevo el aspecto de la tierra.