Lamentaciones 1:10-12

10 El enemigo se ha adueñado de las riquezas de Jerusalén. [3] La ciudad vio a los paganos entrar violentamente en el santuario, ¡gente a la que tú, Señor, ordenaste que no entrara en tu lugar de reunión!

11 Todos sus habitantes lloran, andan en busca de alimentos; dieron sus riquezas a cambio de comida para poder sobrevivir. ¡Mira, Señor, mi ruina! ¡Considera mi desgracia!

12 ¡Ustedes, los que van por el camino, deténganse a pensar si hay dolor como el mío, que tanto me hace sufrir! ¡El Señor me mandó esta aflicción al encenderse su enojo!