Marcos 1:22-24

22 La gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad y no como los maestros de la ley. [11]

23 En la sinagoga del pueblo había un hombre que tenía un espíritu impuro, el cual gritó:

24 –¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Hasvenido a destruirnos? yo te conozco, y sé que eres el Santo de Dios. [12]