Ester 1:1-2

1 Sueño de Mardoqueo. Convite. Sueño. El año segundo del reinado de Artajerjes(a) el gran rey, el primero de Nisán, tuvo un sueño Mardoqueo, hijo de Jairo, de Semeías, de Quisayo, de la tribu de Benjamín, hombre judío, que habitaba en Susa, la ciudad, hombre grande, sirviendo en la corte del rey. Mas era de la cautividad que cautivó Nabucodonosor rey de Babilonia, de Jerusalén, con Jeconías, el rey de la Judea. Y éste su sueño: Y he aquí voces y tumulto y truenos y temblor y conturbación sobre la tierra; y he aquí dos dragones grandes, prontos adelantáronse ambos a luchar. Y se hizo de ellos voz grande, y a la voz de ellos aprontóse toda la gente a la guerra, para guerrear contra la nación de los justos. Y he aquí día de tinieblas y calígine; tribulación y angustia, aflicción y conturbación grande sobre la tierra y conturbóse toda la gente justa, temerosos de los propios males; y se aprontaron a perecer; y clamaron a Dios. Y, al clamor de ellos, nació, al modo que, de una pequeña fuente se convierte en un río grande, con mucha agua; y luz y sol salió, y los humildes fueron exaltados, y devoraron a los gloriosos. Y, despertando Mardoqueo, el que había visto este sueño, y qué Dios había determinado hacer, teníalo en el corazón y a toda costa quería conocerlo, hasta la noche. Y reposó Mardoqueo en la corte, con Gabatá y Tarsa, los dos eunucos del rey, los que custodiaban la corte, y oyó sus consideraciones; y sus proyectos escudriñó; y supo que preparan sus manos para apoderarse de Artajerjes el rey. E informó al rey acerca de ellos; y examinó el rey a los dos eunucos, y, confesando, fueron ajusticiados. Y escribió el rey estas palabras para memorial; y Mardoqueo escribió acerca de estas palabras; y ordenó el rey a Mardoqueo servir en la corte y diole dádivas por esto. Y era Amán de Amadatí, Bugeo, de gran crédito ante la faz del rey, y buscaba cómo hacer mal a Mardoqueo y a su pueblo, por la denuncia de los dos eunucos del rey. Y aconteció después de estas palabras, que en los días de Artajerjes, este Artajerjes, dominó desde la India, a ciento veintisiete regiones.

2 En los mismos días, cuando se entronizó el rey Artajerjes en Susa, la ciudad,