Ezequiel 1:16-18

16 Esas ruedas centelleaban como piedras preciosas, y las cuatro tenían la misma forma. Cada rueda era doble: parecía como dos ruedas entrecruzadas.

17 De ese modo podían avanzar en las cuatro direcciones, sin tener que dar vuelta.

18 Tenían una llanta muy grande y de aspecto aterrador, porque las cuatro tenían ojos por todo el derredor.