Romanos 1:30-32

30 Hablan mal de los demás, odian a Dios, son insolentes y orgullosos, y se creen muy importantes. Siempre están inventando nuevas maneras de hacer el mal, y no obedecen a sus padres.

31 No quieren entender la verdad, ni se puede confiar en ellos. No aman a nadie ni se compadecen de nadie.

32 Saben que Dios ha dicho que quienes hacen esto merecen la muerte, pero no sólo siguen haciéndolo sino que felicitan a quienes también lo hacen.