2 Timoteo 1:3-5

3 Doy gracias a Dios, a quien sirvo, a ejemplo de mis mayores, con pura conciencia, y sin cesar hago memoria de ti en mis oraciones noche y día,

4 deseoso de verte, acordándome de tus lágrimas, para llenarme de gozo,

5 avivando el recuerdo de tu sincera fe, que fue también la de tu abuela, Loide, y la de tu madre, Eunice, y que no dudo es la tuya.