Hechos 2:24-26

24 Pero Dios, rotas las ataduras de la muerte, le resucitó, por cuanto no era posible que fuera dominado por ella,

25 pues David dice de El: “Traía yo al Señor siempre delante de mí, porque El está a mi derecha, para que no vacile.

26 Por esto se regocijó mi corazón y exultó mi lengua, y hasta mi carne reposará en la esperanza.