1 Timoteo 1:5-7

5 Pero el propósito (la meta) de nuestra instrucción (nuestro mandamiento) es el amor nacido de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera.

6 Pues algunos, desviándose de estas cosas, se han apartado hacia una vana palabrería.

7 Quieren ser maestros de la Ley, aunque no saben lo que dicen ni entienden las cosas acerca de las cuales hacen declaraciones categóricas.