Jonás 1:4-6

4 Y Jehová mismo arrojó un gran viento en el mar, y llegó a haber una gran tormenta en el mar; y en cuanto a la nave, estaba a punto de ser destrozada.

5 Y los marineros empezaron a temer y a clamar por socorro, cada uno a su dios. Y siguieron arrojando al mar los objetos que había en la nave, para aligerar[la] de ellos. Pero Jonás mismo había bajado a las partes más recónditas de aquel barco de cubierta, y procedió a acostarse y a quedar profundamente dormido.

6 Al fin el capitán de la nave se le acercó y le dijo: “¿Qué te pasa, dormilón? ¡Levántate, clama a tu dios! Quizás el Dios [verdadero] muestre que le importamos, y no perezcamos”.