Job 3:3-13

3 Perezca el día en que yo nací, Y la noche en que se dijo: Varón es concebido.

4 Sea aquel día sombrío, Y no cuide de él Dios desde arriba, Ni claridad sobre él resplandezca.

5 Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; Repose sobre él nublado Que lo haga horrible como día caliginoso.

6 Ocupe aquella noche la oscuridad; No sea contada entre los días del año, Ni venga en el número de los meses.

7 ¡Oh, que fuera aquella noche solitaria, Que no viniera canción alguna en ella!

8 Maldíganla los que maldicen el día, Los que se aprestan para despertar a Leviatán.

9 Oscurézcanse las estrellas de su alba; Espere la luz, y no venga, Ni vea los párpados de la mañana;

10 Por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, Ni escondió de mis ojos la miseria.

11 ¿Por qué no morí yo en la matriz, O expiré al salir del vientre?

12 ¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y a qué los pechos para que mamase?

13 Pues ahora estaría yo muerto, y reposaría; Dormiría, y entonces tendría descanso,