Habacuc 2:4-6

4 He aquí, aquel cuya alma no es recta dentro de sí está envanecido, pero el justo por su fe vivirá.

5 Y aunque el traidor se enriquezca, no prosperará el hombre arrogante. Ensanchará su garganta como el Seol; será como la muerte y no se saciará. Reúne hacia él todas las naciones; congrega hacia él todos los pueblos.

6 Pero, ¿no han de levantar todos éstos la voz contra él con refranes y sarcasmos? Le dirán: "¡Ay del que multiplica lo que no es suyo! ¿Hasta cuándo ha de amontonar sobre sí las prendas empeñadas?"