2 Timoteo 1:5-7

5 trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual residió primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy seguro que en ti también.

6 Por lo cual te aconsejo que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.

7 Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.