Mateo 8:30-32

30 Y lejos de ellos, estaba paciendo un hato de muchos puercos.

31 Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de puercos.

32 Y Él les dijo: Id. Y ellos saliendo, se fueron a aquel hato de puercos; y he aquí, todo el hato de puercos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.