1 Pedro 1:7-9

7 de esa manera los quilates de su fe resultan más preciosos que el oro perecedero que, sin embargo, se aquilata a fuego y alcanzará premio, gloria y honor cuando se revele Jesús Mesías.

8 Ustedes no lo vieron, pero lo aman; ahora, creyendo en él sin verlo, sienten un gozo indecible, radiantes de alegría,

9 porque obtienen el resultado de su fe, la salvación personal.