1 Samuel 1:9-11

9 Entonces, después de la comida en Silo, mientras el sacerdote Eli estaba sentado en su silla, junto a la puerta del templo del Señor,

10 Ana se levantó, y con el alma llena de amargura se puso a rezar al Señor, llorando a todo llorar.

11 Y añadió esta promesa: Señor de los ejércitos, si te fijas en la humillación de tu sierva y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu sierva y le das a tu sierva un hijo varón, se lo entrego al Señor de por vida y no pasará la navaja por su cabeza.