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1 Samuel 28 - Nueva Biblia Española (1975)


1 Por entonces los filisteos concentraron sus tropas para salir a la guerra contra Israel. Aquís dijo a David: Te comunico que tú y tus hombres tienen que ir conmigo al frente.

2 David le respondió: De acuerdo. Verás cómo se porta un servidor tuyo. Aquís le dijo: Muy bien. Te nombro de mi guardia personal para siempre.

Saúl y la adivina de Endor

3 Samuel había- muerto; todo Israel asistió a los funerales, y lo habían enterrado en Rama, su pueblo. Por otra parte, Saúl había desterrado a nigromantes y adivinos.

4 Los filisteos se concentraron y fueron a acampar en Sunán. Saúl concentró a todo Israel y acamparon en Gelboé.

5 Pero al ver el campamento filisteo, Saúl temió y se puso a temblar.

6 Consultó al Señor, pero el Señor no le respondió, ni por sueños, ni por suertes, ni por profetas.

7 Entonces Saúl dijo a sus ministros: Búsquenme una nigromante para ir a consultarla. Le dijeron: Precisamente hay una en Fuendor.

8 Saúl se disfrazó con ropa ajena; marchó con dos hombres, llegaron de noche donde la mujer, y le pidió: Adivíname el porvenir evocando a los muertos y haz que se me aparezca el que yo te diga.

9 La mujer le dijo: Ya sabes lo que ha hecho Saúl, que ha desterrado a nigromantes y adivinos. ¿Por qué me pones una trampa para luego matarme?

10 Pero Saúl le juró por el Señor: ¡Vive Dios, no te castigarán por esto!

11 Entonces la mujer preguntó: ¿Quién quieres que se te aparezca? Saúl dijo: Evócame a Samuel.

12 Cuando la mujer vio aparecer a Samuel, lanzó un grito y dijo a Saúl: ¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!

13 El rey le dijo: No temas. ¿Qué ves? Respondió: Un espíritu que sube de lo hondo de la tierra.

14 Saúl le preguntó: ¿Qué aspecto tiene? Respondió: El de un anciano que sube, envuelto en un manto. Saúl comprendió entonces que era Samuel, y se inclinó rostro en tierra, prosternándose.

15 Samuel le dijo: ¿Por qué me has evocado, turbando mi reposo? Saúl respondió: Estoy en una situación desesperada: los filisteos me hacen la guerra, y Dios se me ha alejado y ya no me responde ni por profetas ni en sueños. Por eso te he llamado, para que me digas qué debo hacer.

16 Pero Samuel le dijo: Si el Señor se te ha alejado y se ha hecho enemigo tuyo, ¿por qué me preguntas a mí?

17 El Señor ha ejecutado lo que te anunció por mi medio: ha arrancado el reino de tus manos y se lo ha dado a otro, a David.

18 Por no haber obedecido al Señor, por no haber llevado a cabo su condena contra Amalee, por eso, ahora el Señor ejecuta esta condena contra ti.

19 Y también a Israel lo entregará el Señor contigo a los filisteos; mañana, tú y tus hijos estarán conmigo, y al ejército de Israel lo entregará el Señor en poder de los filisteos.

20 De repente, Saúl se desplomó cuan largo era, espantado por lo que había dicho Samuel. Estaba desfallecido, porque en todo el día y toda la noche no había comido nada.

21 La mujer se le acercó, y al verlo aterrado le dijo: Esta servidora tuya te obedeció, y se jugó la vida para hacer lo que pedías;

22 ahora obedece tú también a tu servidora: voy a traerte algún alimento, come y recobra las fuerzas para ponerte en camino.

23 El lo rehusaba: ¡No quiero! Pero sus oficiales y la mujer le insistieron, y les obedeció. Se incorporó y se sentó en la estera.

24 La mujer tenía un novillo cebado. Lo degolló en seguida, tomó harina, amasó y coció unos panes.

25 Se los sirvió a Saúl y sus oficiales. Comieron y se pusieron en camino aquella misma noche.