2 Corintios 1:18-20

18 Bien sabe Dios que cuando me dirijo a ustedes no hay un sí o un no ambiguo,

19 pues el Hijo de Dios, Jesús Mesías, que les hemos predicado nosotros -quiero decir Silvano y Timoteo conmigo-, no fue un ambiguo sí y no;

20 en él ha habido únicamente un sí, es decir, en su persona se ha pronunciado el sí a todas las promesas de Dios. Y, por eso, a través de él respondemos nosotros a la doxología con el amén a Dios.