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Colosenses 3 - Nueva Biblia Española (1975)


1 Por tanto, si han resucitado con el Mesías, busquen lo de arriba, donde está el Mesías sentado a la derecha de Dios;

2 estén centrados arriba, no en la tierra.

3 Murieron, repito, y su vida está escondida con el Mesías en Dios;

4 cuando se manifieste el Mesías, que es su vida, con él se manifestarán también ustedes gloriosos.

La vida antigua y la nueva

5 En consecuencia, arranquen" lo que hay de terreno en ustedes: lujuria, inmoralidad, pasión, deseos rastreros y codicia, que es una idolatría;

6 eso es lo que atrae el castigo de Dios sobre los rebeldes.

7 Entre ellos andaban también ustedes cuando vivían de esa manera;

8 ahora, en cambio, despójense de todo eso: cólera, arrebatos de ira, aversión, insultos y groserías, ¡fuera de su boca!

9 Dejen de mentirse unos a otros, ya que se despojaron del hombre que eran antes y de su manera de obrar

10 y se vistieron de ese hombre nuevo que por el conocimiento se va renovando a imagen de su Creador;

11 y aquí no hay más griego ni judío, circunciso ni incircunciso, extranjero, bárbaro, esclavo ni libre: no, lo es todo y para todos Cristo.

12 En vista de eso, como elegidos de Dios, consagrados y predilectos, vístanse de ternura profunda, de agrado, humildad, sencillez, tolerancia;

13 conllévense mutuamente y perdónense cuando uno tenga queja contra otro; el Señor los ha perdonado, hagan ustedes lo mismo.

14 Y, por encima, cíñanse el amor mutuo, que es el cinturón perfecto.

15 Interiormente, la paz del Mesías tenga la última palabra; a esta paz los han llamado como miembros de un mismo cuerpo. Sean también agradecidos.

16 El mensaje del Mesías habite entre ustedes en toda su riqueza: enséñense y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan; con agradecimiento canten a Dios de corazón salmos, himnos y cánticos inspirados;

17 y cualquier actividad suya, de palabra o de obra, háganla en honor del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Deberes sociales de la nueva vida

18 Mujeres, sean dóciles a sus maridos, como conviene a cristianas.

19 Maridos, amen a sus mujeres y no sean agrios con ellas.

20 Hijos, obedezcan en todo a sus padres, que da gusto ver eso en los cristianos.

21 Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se depriman.

22 Esclavos, obedezcan en todo a sus amos humanos, no en lo que se ve, para quedar bien, sino de todo corazón por respeto al Señor.

23 Cualquier cosa que hagan, háganla con toda el alma, como si fuera para el Señor y no para hombres,

24 sabiendo que el Señor los recompensará con la herencia. El Señor a quien sirven es Cristo;

25 miren que al injusto le pagarán sus injusticias, y no hay favoritismos.