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Éxodo 20 - Nueva Biblia Española (1975)


Los Diez Mandamientos

1 Dios ha pronunciado las siguientes palabras:

2 Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud.

3 No tendrás otros dioses rivales míos.

4 No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua bajo tierra,

5 No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso: castigo la culpa de los padres en los hijos, nietos y bisnietos cuando me aborrecen;

6 pero actúo con lealtad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.

7 No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso.

8 Fíjate en el sábado para santificarlo.

9 Durante seis días trabaja y haz tus tareas,

10 pero el día séptimo es un día de descanso dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el emigrante que viva en tus ciudades.

11 Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos, y el séptimo descansó; por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.

12 Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tu vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.

13 No matarás.

14 No cometerás adulterio.

15 No robarás.

16 No darás testimonio falso contra tu prójimo.

17 No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que sea de él.

El terror del pueblo

18 Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonar de la trompeta y la montaña humeante. Y el pueblo estaba aterrorizado, y se mantenía a distancia.

19 Y dijeron a Moisés: Háblanos tú y te escucharemos; que no nos hable Dios, que moriremos.

20 Moisés respondió al pueblo: No teman: Dios ha venido para probarlos, para que tengan presente su temor y no pequen.

21 El pueblo se quedó a distancia y Moisés se acercó hasta la nube donde estaba Dios.

22 El Señor habló a Moisés: Di a los israelitas: Ustedes mismos han visto que les he hablado desde el cielo:

23 no me coloquen a mí entre dioses de plata ni se fabriquen dioses de pro.

24 Hazme un altar de tierra y en él ofrecerás tus holocaustos, tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus Vacas. En los lugares donde pronuncie mi nombre bajaré a ti y te bendeciré.

25 Y si quieres hacerme un altar de piedras, no lo construyas con piedras labradas, porque al picar la piedra con el escoplo queda profanada.

26 No subas a mi altar por escalones, no sea que al subir a él se te vean las partes.