Biblia Total


Ezequiel 18 - Nueva Biblia Española (1975)


El alma que pecare morirá

1 Me dirigió la palabra el Señor:

2 ¿Por qué andan repitiendo este refrán en la tierra de Israel: "Los padres comieron agraces y los hijos tuvieron dentera"?

3 Por mi vida, les juro -oráculo del Señor- que nadie volverá a repetir ese refrán en Israel.

4 Sépanlo: todas las vidas son mías; lo mismo que la vida del padre, es mía la vida del hijo; el que peca es el que morirá.

5 El hombre que es justo, que observa el derecho y la justicia,

6 que no come en los montes levantando los ojos a los ídolos de Israel; que no profana a la mujer de su prójimo, ni se llega a la mujer en su regla;

7 que no explota, sino que devuelve la prenda empeñada; que no roba, sino que da su pan al hambriento y viste al desnudo;

8 que no presta con usura ni acumula intereses; que aparta la mano de la iniquidad y juzga imparcialmente los delitos;

9 que camina según mis preceptos y guarda mis mandamientos, cumpliéndolos fielmente, ese hombre es justo y ciertamente vivirá -oráculo del Señor- .

10 Si éste engendra un hijo criminal y homicida, que quebranta algunas de estas prohibiciones

11 o no cumple todos estos mandatos, sino que come en los montes y profana a la mujer de su prójimo;

12 que explota al desgraciado y al pobre, que roba y no devuelve la prenda empeñada, que levanta los ojos a los ídolos y comete abominación;

13 que presta con usura y acumula intereses, ciertamente no vivirá; por haber cometido todas esas abominaciones, morirá ciertamente y será responsable de sus crímenes.

14 Y si éste engendra un hijo, que a pesar de haber visto los pecados de su padre no los imita;

15 que no come en los montes levantando los ojos a los ídolos de Israel; que no profana a la mujer de su prójimo;

16 que no explota ni se apropia la prenda empeñada; que no roba, sino que da su pan al hambriento y viste al desnudo;

17 que aparta la mano de la iniquidad y no cobra interés usurario; que cumple mis mandamientos y camina según mis preceptos, ese hombre no morirá por culpa de su padre, sino que ciertamente vivirá.

18 Su padre, que cometió atropellos y robos y maltrató a su gente, murió por su culpa.

19 Objetan: ¿Por qué no carga el hijo con la culpa del padre? Si el hijo observa el derecho y la justicia y guarda mis preceptos y los cumple, ciertamente vivirá.

20 El que peca es el que morirá; el hijo no cargará con la culpa del padre, el padre no cargará con la culpa del hijo; sobre el justo recaerá su justicia, sobre el malvado recaerá su maldad.

El camino de Dios es justo

21 Si el malvado se convierte de los pecados cometidos y guarda mis preceptos y practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá.

22 No se le tendrán en cuenta los delitos que cometió, por la justicia que hizo vivirá.

23 ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado -oráculo del Señor- y no que se convierta de su conducta y que viva?

24 Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, imitando las abominaciones del malvado, no se tendrá en cuenta la justicia que hizo: por la iniquidad que perpetró y por el pecado que cometió morirá.

25 Objetan: No es justo el proceder del Señor. Escuchen, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder? ¿No es su proceder el que es injusto?

26 Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió.

27 Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida.

28 Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.

29 Objeta la casa de Israel: No es justo el proceder del Señor. ¿Es injusto mi proceder, casa de Israel? ¿No es su proceder el que es injusto?

30 Pues bien, casa de Israel, los juzgaré a cada uno según su proceder -oráculo del Señor- . Arrepiéntanse y conviértanse de sus delitos, y no caerán en pecado.

31 Quítense de encima los delitos que han perpetrado y estrenen un corazón nuevo y un espíritu nuevo, y así no morirán, casa de Israel.

32 Pues no quiero la muerte de nadie -oráculo del Señor- . ¡Conviértanse y vivirán!