Biblia Total


Isaías 49 - Nueva Biblia Española (1975)


Israel, siervo de Jehová

1 Escúchenme, islas; atiendan, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre.

2 Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba

3 y me dijo: "Tú eres mi siervo (Israel), de quien estoy orgulloso".

4 Mientras yo pensaba: "En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas"; en realidad mi derecho lo defendía el Señor, mi salario lo tenía mi Dios.

5 Y ahora habla el Señor, que ya en el vientre me formó siervo suyo, para que le trajera a Jacob, para que le reuniera a Israel -tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-:

6 Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.

7 Así dice el Señor, redentor y Santo de Israel, al despreciado, al aborrecido de las naciones, al esclavo de los tiranos: Te verán los reyes, y se alzarán; los príncipes, y se postrarán; porque el Señor es fiel, porque el Santo de Israel te ha elegido.

Dios promete restaurar a Sion

8 Así dice el Señor: En tiempo de gracia te he respondido, en día propicio te he auxiliado; te he defendido y constituido alianza del pueblo; para restaurar el país, para repartir heredades desoladas,

9 para decir a los cautivos: "Salgan"; a los que están en tinieblas: "Vengan a la luz"; aun por los caminos pastarán, tendrán praderas en todas las dunas;

10 no pasaran hambre ni sed, no les hará daño el bochorno ni el sol; porque los conduce el que los compadece y los guía a manantiales de agua.

11 Convertiré mis montes en caminos y mis calzadas se nivelarán.

12 Miren, unos vienen de un país remoto. miren, otros del norte y del poniente, y aquéllos del país de Siene.

13 Exulta, cielo; alégrate, tierra; rompan en aclamaciones, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de los desamparados.

14 Decía Síón: "Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado".

15 ¿Puede una madre olvidarse de su criatura, dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.

16 Mira, en mis palmas te llevo tatuada, tus muros están siempre ante mi;

17 los que te construyen van más aprisa que los que te destruían, los que te arrasaban se alejan de ti.

18 Levanta los ojos en torno y mira: todos se reúnen para venir a ti; por mi vida -oráculo del Señor- , a todos los llevarás como vestido precioso, serán tu cinturón de novia.

19 Porque tus ruinas, tus escombros, tu país desolado, resultarán estrechos para tus habitantes, mientras se alejarán los que te devoraban.

20 Los hijos que dabas por perdidos te dirán otra vez: "Mi lugar es estrecho, hazme sitio para habitar".

21 Pero tú te preguntarás: "¿Quién me engendró a éstos? Yo, sin hijos y estéril, ¿quién los ha criado? Me habían dejado sola, ¿de dónde vienen éstos?".

22 Esto dice el Señor: Mira, con la mano hago seña a las naciones, alzo mi estandarte para los pueblos: traerán a tus hijos en brazos, a tus hijas las llevarán al hombro.

23 Sus reyes serán tus ayos; sus princesas, tus nodrizas; rostro en tierra te rendirán homenaje, lamerán el polvo de tus pies, y sabrás que yo soy el Señor, que no defraudo a los seres que esperan en mí.

24 Pero ¿se le puede quitar la presa a un soldado, se le escapa su prisionero a un tirano?

25 Esto responde el Señor: Sí, a un soldado le quitan su prisionero y la presa se le escapa a un tirano; yo mismo defenderé tu causa, yo mismo salvaré a tus hijos.

26 Haré a tus opresores comerse su propia carne, se embriagarán de su sangre como de vino; y sabrá todo el mundo que yo soy el Señor, tu salvador, y que tu redentor es el Campeón de Jacob.