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Jeremías 29 - Nueva Biblia Española (1975)


Carta de Jeremías a los cautivos

1 Texto de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén a los desterrados; a los concejales, sacerdotes, profetas y al pueblo deportados por Nabucodonosor de Jerusalén a Babilonia.

2 (Fue después de marcharse el rey Jeconías con la reina madre y los eunucos y dignatarios de Judá y Jerusalén y los artesanos y maestros de Jerusalén).

3 La envió por medio de Elasa, hijo de Safan, y de Gamarías, hijo de Jelcías, legados de Sedecías, rey de Judá, a Nabucodonosor, rey de Babilonia:

4 "Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los deportados que yo llevé de Jerusalén a Babilonia:

5 Construyan casas y habítenlas, planten huertos y coman sus frutos,

6 cásense y engendren hijos e hijas, tomen esposas para sus hijos y casen a sus hijas, para que ellas engendren hijos e hijas; crezcan allí y no mengüen.

7 Pidan por la prosperidad de la ciudad adonde yo los desterré y recen por ella, porque su prosperidad será la de ustedes.

8 Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: No se dejen engañar por los profetas y adivinos que viven entre ustedes; no hagan caso de los sueños que ellos sueñan,

9 porque les profetizan embustes en mi nombre, y yo no los envié, -oráculo del Señor-.

10 Esto es lo que dice el Señor: Cuando se cumplan setenta años en Babilonia, me ocuparé de ustedes, les cumpliré mis promesas trayéndolos de nuevo a este lugar.

11 Yo conozco mis designios sobre ustedes: designios de prosperidad, no de desgracia, de darles un porvenir y una esperanza.

12 Me invocarán, vendrán a rezarme y yo los escucharé;

13 me buscarán y me encontrarán, si me buscan de todo corazón;

14 me dejaré encontrar y cambiaré su suerte -oráculo del Señor- . Los reuniré en todas las naciones y lugares adonde los arrojé -oráculo del Señor- y los volveré a traer al lugar de donde los desterré".

15 Si dicen que el Señor les ha nombrado profetas en Babilonia,

16 Así dice el Señor acerca del rey que se sienta en el trono de David y de todo el pueblo que vive en la ciudad -de sus hermanos que no han ido con ustedes al destierro-.

17 Así dice el Señor de los ejércitos: Yo despacharé contra ellos la espada, el hambre y la peste; los trataré como a los higos podridos que no se pueden comer de malos.

18 Los perseguiré con la espada, el hambre y la peste, y haré de ellos un escarmiento para todos los reinos de la tierra, y maldición y espanto y burla y oprobio de todas las naciones por donde los dispersé.

19 Porque no escucharon mis palabras -oráculo del Señor- ; porque les envié constantemente a mis siervos los profetas, y no hicieron caso, -oráculo del Señor-.

20 Ustedes, los desterrados que envié de Jerusalén a Babilonia, escuchen la palabra del Señor". 30 Palabras que el Señor dirigió a Jeremías:

21 el Señor de los ejércitos, Dios de Israel, dice a propósito de Ajab, hijo de Colayas, y de Sedecías, hijo de Masías, que les profetizan embustes en mi nombre: Yo los entregaré a Nabucodonosor, rey de Babilonia, que los hará ajusticiar en presencia de ustedes.

22 Y darán origen a una maldición que se correrá entre todos los judíos desterrados en Babilonia: "El Señor te trate como a Ajab y a Sedecías, a quienes asó el rey de Babilonia".

23 Porque cometieron una infamia en Israel, adulteraron con la mujer del prójimo y contaron embustes en mi nombre sin que yo los mandara. Lo sé y lo atestiguo, -oráculo del Señor-".

24 El Señor de los ejércitos, Dios de Israel, dice lo siguiente a Samayas, el nejlamita:

25 Tú has enviado por tu cuenta una carta a Sofonías, hijo de Masías, el sacerdote, en estos términos:

26 "El Señor te ha nombrado sucesor del sacerdote Yehoyadá como responsable del templo; al que se desmande y se meta a profetizar lo tienes que meter en el cepo y la argolla.

27 Entonces, ¿por qué no has dado un escarmiento a Jeremías, de Anatot, que se ha metido a profetizar?

28 Nos ha enviado una carta a Babilonia diciendo que va para largo, que construyamos casas y las habitemos, que plantemos huertos y comamos sus frutos".

29 El Sacerdote Sofonías le leyó la carta al profeta Jeremías,

30 y éste recibió una palabra del Señor:

31 Envía un mensaje a los desterrados: "Así dice el Señor acerca de Samayas, el nejlamita: Samayas les ha profetizado, sin que yo lo enviara, induciéndolos a una falsa confianza.

32 Por eso, dice el Señor: Yo castigaré a Samayas, el nejlamita, y a su descendencia: no tendrá un sucesor que viva entre esté pueblo, no probará los bienes que yo daré a mi pueblo, porque predicó rebelión contra el Señor -oráculo del Señor- ".