Biblia Total


Marcos 11 - Nueva Biblia Española (1975)


La entrada triunfal en Jerusalén

1 Cuando se acercaban a Jerusalén por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, mandó Jesús a dos de sus discípulos

2 diciéndoles: Vayan a esa aldea de enfrente, y al entrar encontrarán en seguida un burro atado que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo.

3 Y si alguien les pregunta por qué lo hacen, contéstenle que el Señor lo necesita y que se lo devolverá cuanto antes.

4 Fueron, encontraron el burro fuera, en la calle, atado a un portón, y lo soltaron.

5 Algunos de los presentes les preguntaron: ¿Qué hacen ahí desatando el burro?

6 Ellos les contestaron como les había dicho Jesús, y se lo permitieron.

7 Llevaron el burro a donde estaba Jesús, le echaron encima sus mantos y Jesús se montó.

8 Muchos alfombraron el camino con susmantos, otros con ramas cortadas en las fincas.

9 Los que iban delante y detrás gritaban: ¡Sálvanos!" ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

10 ¡Bendito el reinado que llega, el de nuestro padre David! Sálvanos desde lo alto!

11 Entró en Jerusalén derecho hasta el templo, dio un vistazo a todo alrededor y, como era ya tarde, se marchó a Betania con los Doce.

Maldición de la higuera estéril

12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, sintió hambre.

13 Viendo a lo lejos una higuera con hojas, se acercó a ver si encontraba algo; al llegar no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.

14 Entonces le dijo: Nunca jamás coma nadie fruto tuyo. Los discípulos lo oyeron.

Purificación del templo

15 Llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a echar a los que vendían y a los que compraban allí, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas;

16 y no consentía que nadie transportara objetos atravesando por el templo.

17 Luego se puso a enseñar diciendo: ¿No está escrito: "Mi casa será casa de oración para todos los pueblos"? Pues ustedes la tienen convertida en una cueva de bandidos.

18 Los sumos sacerdotes y los letrados se enteraron; como le tenían miedo, porque todo el mundo estaba asombrado de su enseñanza, buscaban la manera de acabar con él.

19 Cuando atardeció, salieron fuera de la ciudad.

La higuera maldecida se seca

20 Al pasar por la mañana vieron la higuera seca de raíz.

21 Pedro se acordó y dijo a Jesús: Maestro, mira, la higuera que maldijiste está seca.

22 Jesús contestó: Tengan fe en Dios.

23 Les aseguro que si uno le dice al cerro ése: "Quítate de ahí y tírate al mar", no con reservas interiores, sino creyendo que va a suceder lo que dice, lo obtendrá.

24 Por eso les digo: cualquier cosa que pidan en su oración, crean que se la han concedido, y la obtendrán.

25 Y cuando estén de pie orando, perdonen lo que tengan contra otros, para que también su Padre del cielo les perdone sus culpas".

26 --

La autoridad de Jesús

27 Llegaron de nuevo a Jerusalén, y mientras paseaba por el templo se le acercaron los sumos sacerdotes, los letrados y los senadores,

28 y le preguntaron: ¿Con qué autoridad actúas así?, ¿quién te ha dado la autoridad para actuar así?

29 Jesús les contestó: Les voy a hacer una pregunta, contéstenmela y les diré con qué autoridad actúo así.

30 El bautismo de Juan, ¿era cosa de Dios o cosa humana? Contéstenme.

31 Ellos se pusieron a discutir entre sí: Si decimos "de Dios", dirá que entonces por qué no le creímos.

32 Pero si decimos "cosa humana"... (Tenían miedo de la gente, porque todo el mundo pensaba que Juan era realmente un profeta).

33 Y respondieron a Jesús: No sabemos. Jesús les replicó: Pues tampoco les digo yo con qué autoridad actúo así.