Mateo 8:8-10

8 El capitán le respondió declarando: Señor, yo no soy quién para que entres bajo mi techo, pero basta una palabra tuya para que mi sirviente se cure.

9 Porque yo, que soy un simple subordinado, tengo soldados a mis órdenes, y si le digo a uno que se vaya, se va; a otro que venga, viene; y si le digo a mi sirviente que haga algo, lo hace.

10 Al oír esto Jesús dijo admirado a los que lo seguían: Les aseguro que en ningún israelita he encontrado tanta fe.