Biblia Total


Salmos 35 - Nueva Biblia Española (1975)


Plegaria pidiendo ser librado de los enemigos Salmo de David.

1 Pleitea tú, Señor, con los que me ponen pleito, combate tú con los que me combaten;

2 empuña el escudo y la adarga, levántate y ven en mi auxilio;

3 blande la lanza y cierra el paso a los que me persiguen, dime: "Yo soy tu victoria".

4 Sufran una derrota vergonzosa los que me persiguen a muerte, vuelvan la espalda con ignominia los que traman mi daño;

5 sean paja frente al viento cuando el ángel del Señor los desbarate;

6 sea su camino oscuro y resbaladizo y que el ángel del Señor los persiga.

7 Porque sin motivo me escondían redes, me abrían zanjas mortales;

8 que los sorprenda el desastre imprevisto, que los enrede la red que escondieron y caigan en la zanja que abrieron.

9 Y yo me alegraré con el Señor gozando de su victoria;

10 todos mis miembros proclamarán: "Señor, ¿quién como tú que defiendes al débil del poderoso, al débil y pobre del explotador?".

11 Se presentaban testigos violentos, me interrogaban de cosas que ni sabía,

12 me pagaban mal por bien, dejándome desamparado.

13 Yo, en cambio, cuando estaban enfermos, me vestía de sayal, me mortificaba con ayunos, y lo que pedía a Dios lo recogía.

14 Como por un amigo o un hermano andaba triste, cabizbajo y sombrío como quien llora a una madre.

15 Pero cuando yo tropecé, se alegraron, se juntaron, se juntaron contra mí; me golpeaban por sorpresa, me desgarraban sin parar,

16 cruelmente se burlaban de mí, rechinando los dientes de odio.

17 Señor, ¿cuándo vas a fijarte? Defiende mi vida de su furia, mi único bien, de los leones,

18 y te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré entre la multitud del pueblo.

19 Que no canten victoria mis enemigos traidores, que no se hagan guiños a mi costa los que me odian sin razón;

20 traman engaños, no viven en paz ni con la gente pacífica;

21 se ríen de mí a carcajadas diciendo: "Ja, ja, con nuestros ojos lo hemos visto".

22 Señor, tú lo has visto, no te calles; Señor, no te quedes a distancia;

23 despierta, levántate, Dios mío; Señor mío, defiende mi causa.

24 Júzgame tú según tu justicia; Señor, Dios mío, que no triunfen de mí;

25 que no piensen: " ¡Qué bien! Lo que queríamos", que no digan: "Nos lo hemos tragado".

26 Sufran una derrota afrentosa los que se alegran de mi desgracia, queden cubiertos de vergüenza y oprobio los que se envalentonaban contra mí.

27 Que canten y se alegren los que desean mi victoria; los que desean la paz a tu siervo repitan siempre: "¡Grande es el Señor!",

28 y musitarán mis labios todo el día alabando tu justicia.