Santiago 1:13-15

13 Nadie, al ser tentado, diga: "Soy tentado por Dios". Pues Dios no puede ser tentado por el mal y, por lo tanto, él a nadie tienta.

14 Cada uno es tentado por su propio deseo, que lo atrae y lo seduce.

15 Luego, el deseo, después de concebir, da a luz el pecado; y el pecado, una vez consumado, engendra muerte.