Habacuc 1:11-13

11 Son como un viento violento que llega, golpea y se va; pero son culpables de un gran pecado: no tienen más dios que su fuerza».

12 Yo, Habacuc, digo: Dios de Israel, tú eres un Dios santo; siempre has existido, y no nos dejarás morir porque eres nuestro refugio; sé que usarás a Babilonia sólo para castigar a tu pueblo.

13 Tú no soportas la maldad, ni aceptas el pecado. No te quedes callado ni permitas que los malvados maten a quienes somos buenos.