Habacuc 1:12-14

12 Yo, Habacuc, digo: Dios de Israel, tú eres un Dios santo; siempre has existido, y no nos dejarás morir porque eres nuestro refugio; sé que usarás a Babilonia sólo para castigar a tu pueblo.

13 Tú no soportas la maldad, ni aceptas el pecado. No te quedes callado ni permitas que los malvados maten a quienes somos buenos.

14 Tú nos tratas como si fuéramos simples peces del mar; como si fuéramos reptiles, que no tienen quién los dirija.