Isaías 1:7-9

7 »Israel está destruido, sus ciudades arden en llamas; ante la mirada de sus habitantes el enemigo se come sus cosechas. El país ha quedado desierto, pues un ejército enemigo lo atacó hasta destruirlo.

8 »Jerusalén se salvó de la destrucción, pero se ha quedado abandonada, tan sola como un guarda en un campo de melones; tan sola como una ciudad rodeada por el enemigo.

9 »Si yo, el Dios todopoderoso, no hubiera salvado a unos pocos, Jerusalén se habría quedado en ruinas, como sucedió con Sodoma y Gomorra».