Lamentaciones 1:6-8

6 ¡Cómo has perdido, Jerusalén, la belleza que tuviste! Tus jefes, ya sin fuerzas, huyen de quienes los persiguen. ¡Hasta parecen venados hambrientos en busca de pastos frescos!

7 Insistes en recordar que alguna vez fuiste rica. Ahora vives en la tristeza y no tienes a dónde ir. Cuando el enemigo te conquistó, no hubo nadie que te ayudara. Cuando el enemigo te vio vencida, se burló de verte en desgracia.

8 Tanto has pecado, Jerusalén, que todos te desprecian. Los que antes te admiraban hoy se burlan al verte en desgracia. ¡Ahora derramas lágrimas, y avergonzada escondes la cara!