1 Pedro 1:22-24

22 Y ahora, ya que se han purificado mediante su obediencia a la verdad, para amar sinceramente a sus hermanos, ámense los unos a los otros de todo corazón,

23 pues ustedes han nacido de nuevo, y no de una simiente perecedera, sino de una simiente imperecedera, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

24 Porque: «Todo hombre es como la hierba, Y toda su gloria es como una flor. La hierba se seca, y la flor se marchita,