1 Reyes 1:30-32

30 que yo te prometí delante del Señor, el Dios de Israel, que tu hijo Salomón reinaría después de mí, y que él se sentaría en mi trono. Hoy cumplo mi promesa.»

31 Betsabé se arrodilló ante el rey con el rostro hacia el suelo, y haciendo una reverencia dijo: «¡Que Su Majestad, el rey David, viva por siempre!»

32 Luego, el rey David dijo: «Que vengan aquí el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, y Benaías hijo de Joyadá.» Cuando ellos se presentaron ante el rey,