Hechos 21:10-12

10 Durante los días que allí permanecimos, un profeta llamado Agabo llegó de Judea,

11 pues venía a vernos. Agabo tomó el cinto de Pablo, se ató con él las manos y los pies, y dijo: «El Espíritu Santo ha dicho: “Así atarán los judíos en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán a los no judíos.”»

12 Al oír esto, nosotros y los de Cesarea le rogamos a Pablo que no fuera a Jerusalén.