Hechos 8:21-23

21 Tú no tienes nada que ver en este asunto, porque en tu interior no eres recto con Dios.

22 Arrepiéntete de tu maldad, y ruega a Dios. Tal vez te perdone por ese mal pensamiento.

23 Por lo que veo, estás en manos de la amargura y la maldad.»