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1 Corintios 7 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Problemas del matrimonio

1 En cuanto a lo que me escribieron, sería bueno que el hombre se abstuviera de mujer.

2 Pero a causa de la fornicación, cada hombre debe tener su esposa, y cada mujer debe tener su esposo.

3 El esposo cumpla con su esposa el deber conyugal; asimismo la esposa con su esposo.

4 La esposa no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposo; asimismo el esposo tampoco tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposa.

5 No se nieguen el uno al otro, a menos que sea en acuerdo mutuo por algún tiempo, para que se dediquen a la oración, luego vuelvan a unirse, para que no los tiente el Satán por falta de dominio propio.

6 Esto digo a modo de concesión, no como mandamiento.

7 Más bien, quisiera que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene su propio don procedente de Elohim: uno de cierta manera, y otro de otra manera.

8 A los solteros y a las viudas les digo que sería bueno si se quedaran como yo.

9 Pero si no tienen don de continencia, que se casen; porque es mejor casarse que arder [en pasión].

10 Pero a los que se han casado les mando, no yo, sino el Maestro: que la esposa no se separe de su esposo

11 (pero si ella se separa, que se quede sin casar o que se reconcilie con su esposo), y que el esposo no abandone a su esposa.

12 A los demás les digo yo, no el Maestro: que si algún hermano tiene una esposa no creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.

13 Y si alguna esposa tiene un esposo no creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.

14 Porque el esposo no creyente se santifica mediante la esposa, y la esposa no creyente mediante el creyente. De otra manera sus hijos serían impuros, pero ahora son santos.

15 Pero si el no creyente se separa, que se separe. En tal caso, el hermano o la hermana no queda ligado al otro,* pues Elohim los ha llamado a vivir en paz.

16 Porque, ¿quién sabe si tú, esposa, puedes salvar a tu esposo? ¿O quién sabe si tú, esposo, puedes salvar a tu esposa?

17 Solamente que viva cada uno como el Maestro le asignó, y tal como era cuando Elohim lo llamó; así ordeno en todas las comunidades.

18 ¿A alguien lo llamaron ya circuncidado? No deshaga su circuncisión. ¿A alguien lo llamaron incircunciso? No se circuncide.

19 La circuncisión no es nada, y la incircuncisión no es nada; más bien, lo que vale es guardar los mandamientos de Elohim.

20 Cada uno permanezca en la condición en que lo llamaron.

21 ¿Te llamaron siendo esclavo? No te preocupes; pero si puedes hacerte libre, por supuesto procúralo.

22 Porque al que en el Maestro lo llaman siendo esclavo, es hombre libre del Maestro. De igual manera, también al que llamaron siendo libre, es siervo del Maestro.

23 A ustedes los compraron por un precio; no se hagan esclavos de los hombres.

24 Hermanos, que cada uno se quede para con Elohim en la condición en que lo llamaron.

25 Pero con respecto a los que son solteros, no tengo mandamiento del Maestro, aunque les doy mi parecer como quien ha alcanzado misericordia de Yahweh para ser fiel.

26 Pues, a causa de la presente dificultad, es mi opinión que al hombre le conviene quedarse como está.

27 ¿Estás ligado a una esposa? No procures desligarte. ¿Estás libre de esposa? No busques esposa.

28 Pero también, si te casas, no pecas; y si la soltera se casa, no peca; aunque aquéllos que se casan tendrán aflicción en la carne, y yo quisiera evitársela.

29 Pero les digo esto, hermanos, que el tiempo se ha acortado. En cuanto al tiempo que queda, los que tienen esposa sean como si no la tuvieran;

30 los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran;

31 y los que disfrutan de este mundo, como si no disfrutaran de él. Porque el sistema presente de este mundo está pasando.

32 Quisiera que ustedes estuvieran libres de ansiedad. El no casado se preocupa de las cosas de Yahweh, de cómo agradar a Yahweh;

33 pero el casado se preocupa de las cosas de la vida, de cómo va a agradar a su esposa,

34 y su atención está dividida. La mujer no casada, o soltera, se preocupa de las cosas de Yahweh, a fin de consagrarse tanto en cuerpo como en espíritu. En cambio, la casada se ocupa de las cosas de la vida, de cómo va a agradar a su esposo.

35 Esto digo para provecho de ustedes; no para ponerles una restricción, sino para que vivan honestamente, atendiendo a Yahweh sin impedimento.

36 Si alguien considera que su comportamiento pudiera ser indecoroso hacia su [novia] virgen, porque está en la flor de la vida, y por eso siente obligación de casarse, puede hacer lo que quiere; no comete pecado; que se casen.

37 Pero el que está firme en su determinación, y no tiene necesidad, sino que tiene dominio sobre su propia voluntad y así ha determinado en su corazón conservarse virgen, hará bien.

38 De modo que el que se casa con su virgen hace bien; y de igual manera, el que no se casa hace mejor.

39 La esposa está ligada mientras viva su esposo. Pero si su esposo muere, queda libre para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Maestro.

40 Pero según mi opinión, más feliz será si permanece así. Y pienso que yo también tengo el espíritu de Elohim.