1 Pedro 2:22-24

22 Él no cometió pecado, ni fue hallado engaño en su boca.

23 Cuando lo maldecían, él no respondía con maldición. Cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba al que juzga con justicia.

24 Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero a fin de que nosotros, después de morir para los pecados, vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes están sanados.