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2 Samuel 12 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Natán amonesta a David

1 (1) y Yahweh envió a Natán donde Dawid. Éste vino a él y le dijo: “Había dos hombres en la misma ciudad, uno rico y el otro pobre.

2 El rico tenía muy grandes rebaños y manadas,

3 pero el pobre no tenía más que una sola corderita que había comprado. Él la había criado y ésta había crecido junto con él y sus hijos; ella comía de su bocado de pan, bebía de su vaso, y dormía en su seno; era como una hija para él.

4 Un día, vino un viajero donde el hombre rico, y éste no quiso tomar nada de sus propios rebaños ni de sus manadas para prepararle una cena al huésped que le había llegado; de manera que tomó la corderita de aquel hombre pobre, y la preparó para el hombre que había venido a él”.

5 Dawid se encendió en gran ira contra aquel hombre, y le dijo a Natán: “¡Por vida de Yahweh, que el que hizo semejante cosa merece morir!

6 Debe pagar cuatro veces el valor de la corderita, porque hizo semejante cosa y no tuvo compasión”.

7 Entonces Natán le dijo a Dawid: “¡Ese hombre eres tú! Así ha dicho Yahweh, el Elohim de Yisrael: Fui yo el te ungió como rey sobre Yisrael y fui yo el que te rescató de la mano de Shaúl.

8 Yo te di la casa de tu amo y te entregué las mujeres de tu amo; y te di la Casa de Yisrael y de Yahudah; y si esto fuera poco, yo te añadiría el doble de eso.

9 ¿Por qué, entonces, menospreciaste el mandato de Yahweh e hiciste lo que le desagrada? Has entregado a la espada a Uriyah el jetita; tomaste a su esposa y la hiciste esposa tuya y a él lo mataste con la espada de los amonitas.

10 Por eso la espada nunca se apartará de tu Casa, porque me has menospreciado al tomar la esposa de Uriyah el jetita y hacerla esposa tuya’.

11 Así ha dicho Yahweh: Yo haré que se levante contra ti una calamidad en tu propia casa; tomaré tus esposas y se las daré a otro hombre ante tus propios ojos y él se acostará con tus esposas bajo este mismo techo.

12 Tú actuaste en secreto, pero yo haré que esto suceda a la vista de todo Yisrael y en pleno día”.

13 Dawid le dijo a Natán: “¡Soy culpable delante de Yahweh!” Y Natán le respondió a Dawid: “Yahweh ha perdonado tu pecado; no morirás.

14 Sin embargo, como has blasfemado a Yahweh con esa acción, aún el hijo que está por nacerte morirá”.

15 Natán regresó a su casa, y Yahweh afligió al niño que la esposa de Uriyah le había dado a Dawid, y se enfermó de gravedad.

16 Dawid le rogó a ha"Elohim por el niño; Dawid ayunó, y entró y pasó la noche acostado en el suelo.

17 Los servidores ancianos de su casa fueron y trataron de inducirlo a que se levantara del suelo; pero él no quiso, ni tampoco quiso tomar alimentos con ellos.

18 Al séptimo día murió el niño. Los servidores de Dawid tenían miedo de informarle a Dawid que el niño había muerto; pues pensaban así: “Nosotros le hablábamos cuando el niño todavía vivía y no nos quería escuchar, ¿cómo vamos a decirle que el niño ha muerto? ¡Podría hacer algo terrible!”

19 Cuando Dawid vio que sus servidores hablaban en susurros, Dawid entendió que el niño había muerto. Entonces Dawid preguntó a sus servidores: “¿Ha muerto el niño?” Ellos respondieron: “Ha muerto”.

20 Entonces Dawid se levantó del suelo; se baño y se ungió, y se cambió de ropa. Entró en la casa de Yahweh y se postró. Después fue a su casa y pidió comida; le sirvieron comida, y comió.

21 Sus cortesanos le preguntaron: “¿Por qué ha actuado usted de esa manera? Mientras el niño vivía, usted ayunaba y lloraba; pero ahora que ha muerto, se levanta y come”.

22 Él respondió: “Mientras el niño vivía, yo ayunaba y lloraba porque pensaba: ‘Quién sabe si Yahweh tendrá compasión de mí, y el niño vivirá’.

23 Pero ahora que está muerto, ¿para qué voy a ayunar? ¿Podré yo hacerlo volver? ¡Yo iré a él, pero él nunca volverá a mí!”

24 Dawid consoló a su esposa BatSheva; fue a ella y se acostó con ella. Ella dio a luz un hijo y lo llamó Shelomoh Pacífico. Yahweh favorecía al niño,

25 y envió un mensaje mediante el profeta Natán; y lo llamaron Yedidyah amado de Yah, por instancias de Yahweh.

David captura Rabá

26 Yoav estaba atacando a Rabah de los amonitas y capturó la ciudad real.

27 Yoav envió mensajeros a Dawid diciendo: “He atacado a Rabah y ya he capturado el Barrio de las Aguas.

28 Ahora reúne al resto de las tropas y sitia la ciudad y captúrala tú; si no, capturaré la ciudad yo mismo, y se le dará mi nombre”.

29 Dawid reunió a todas las tropas y marchó contra Rabah, la atacó y la capturó.

30 Tomaron la corona de la cabeza de su rey y la pusieron en la cabeza de Dawid pesaba un talento de oro, y tenía piedras preciosas. También sacó una vasta cantidad de botín de la ciudad.

31 A la gente que estaba en ella la sacó y la puso a trabajar con sierras, trillos de hierro, y hachas de hierro, o los asignó a hacer ladrillos. Dawid hizo lo mismo con todos los pueblos de los amonitas. Luego Dawid regresó con todas las tropas a Yerushalem.