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2 Samuel 13 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Amnón y Tamar

1 Esto sucedió algún tiempo después: Avshalom hijo de Dawid tenía una hermana hermosa que se llamaba Tamar, y Amnón hijo de Dawid se enamoró de ella.

2 Amnón estaba tan angustiado por su hermana; porque siendo ella virgen, le parecía a Amnón difícil hacerle algo.

3 Amnón tenía un amigo que se llamaba Yonadav, el hijo de Shimá, hermano de Dawid; Yonadav era un hombre muy astuto.

4 Y le preguntó: “¿Por qué vas enflaqueciendo así, oh príncipe, de día en día? Cuéntamelo a mí”. Amnón le respondió: “¡Estoy enamorado de Tamar, la hermana de mi hermano Avshalom!”

5 Yonadav le dijo: “Acuéstate en tu cama y finge estar enfermo. Cuando tu padre venga a verte, dile: ‘Que venga mi hermana Tamar y me dé algo de comer. Que prepare delante de mí una comida, de modo que yo la vea y ella me la sirva’”.

6 Amnón se acostó y fingió estar enfermo. El rey fue a verlo, y Amnón le dijo al rey: “Que venga mi hermana Tamar y prepare delante de mí un par de tortas, y que me las traiga”.

7 Dawid le envió un mensaje a Tamar en el palacio, diciendo: “Ve, por favor, a la casa de tu hermano Amnón y prepárale una comida”.

8 Tamar fue a la casa de su hermano Amnón, quien se encontraba acostado. Tomó masa, la amasó, hizo tortas delante de él y cocinó las tortas.

9 Luego tomó la sartén y le sirvió. Pero Amnón no quiso comer y ordenó que se retiraran todos de allí. Después que todos se retiraron,

10 Amnón le dijo a Tamar: “Trae la comida al dormitorio y dámela tú misma”. Tamar tomó los pasteles que había hecho y se los llevó a su hermano Amnón al dormitorio.

11 Pero cuando ella se los sirvió, él se aferró a ella y le dijo: “Ven, acuéstate conmigo, hermana mía”.

12 Pero ella le dijo: “No, hermano mío. No me fuerces. ¡Esas cosas no se hacen en Yisrael! ¡No hagas tal vileza!

13 ¿A dónde iría yo con mi deshonra? Y tú mismo serías considerado como uno de los hombres viles en Yisrael. Por favor, háblale al rey; él no rehusará darme a ti”.

14 Pero él no la quiso escuchar; como era más fuerte que ella, se acostó con ella por la fuerza.

15 Luego Amnón sintió un gran odio por ella; de hecho, el odio por ella fue mayor que la pasión con que la había amado. Y Amnón le dijo: “¡Levántate y vete!”

16 Ella le rogó: “Por favor, no cometas ese mal; echarme sería aún peor que el primer mal que cometiste contra mí”. Pero él no la quiso escuchar.

17 Llamó a su criado que le servía y le dijo: “Echa a ésta fuera de aquí, y ponle la tranca a la puerta tras ella”.

18 Ella estaba vestida con una túnica de diversos colores, porque las princesas vírgenes acostumbraban usar ropas así. Su criado la echó fuera y le puso la tranca a la puerta tras ella.

19 Tamar se echó ceniza sobre la cabeza y desgarró su túnica de diversos colores que llevaba; se puso las manos sobre la cabeza, y se fue gritando.

Venganza y huida de Absalón

20 Su hermano Avshalom le preguntó: “¿Fue tu hermano Amnón el que te hizo eso? Por el momento, hermana mía, guarda silencio acerca de esto; él es tu hermano. No tomes tan a pecho este asunto”. Y Tamar se quedó desolada en la casa de su hermano Avshalom.

21 Cuando el rey Dawid oyó todo esto, se enojó mucho.

22 Avshalom no le dirigió una palabra a Amnón, ni buena ni mala; pero Avshalom odió a Amnón por haber violado a su hermana Tamar.

23 Dos años después, cuando Avshalom estaba haciendo trasquilar sus rebaños en Báal Hazor, cerca de Efráyim, Avshalom invitó a todos los hijos del rey.

24 Y Avshalom fue donde el rey y le dijo: “Su servidor está haciendo trasquilar sus rebaños. ¿Quieren Su Majestad y su comitiva acompañar a su servidor?

25 Pero el rey le respondió a Avshalom: “No, hijo mío. No debemos ir todos, porque seríamos una carga para ti”. Aunque le insistió, él no quiso ir, pero lo bendijo.

26 Entonces Avshalom dijo: “En ese caso, que venga con nosotros mi hermano Amnón”, a lo que el rey respondió: “El no irá contigo”

27 Pero como Avshalom le insistió, dejó ir con él a Amnón y a todos los otros príncipes.

28 Avshalom había dado estas órdenes a sus criados: “Miren, cuando Amnón esté eufórico por el vino y yo les diga que hieran a Amnón, ¡mátenlo! No tengan miedo, que soy yo quien les da la orden. ¡Actúen con determinación, como hombres valientes!”

29 Los criados de Avshalom le hicieron a Amnón lo que Avshalom les había mandado; entonces todos los otros príncipes se montaron en sus mulos y huyeron.

30 Iban todavía de camino cuando le llegó a Dawid el rumor de que Avshalom había matado a todos los príncipes, y que no había sobrevivido ninguno de ellos.

31 Ante eso, Dawid desgarró sus vestiduras y se echó en el suelo, y todos sus cortesanos permanecieron a su lado con sus ropas desgarradas

32 Pero Yonadav, el hijo de Shimah, hermano de Dawid, dijo: “No crea mi amo que han matado a todos los jóvenes príncipes. Sólo Amnón ha muerto, porque estaba decidido por orden de Avshalom desde el día en que Amnón violó a su hermana Tamar.

33 Así que no le haga caso mi amo el rey al rumor de que todos los hijos del rey han sido asesinados, porque sólo Amnón ha muerto”.

34 Entretanto Avshalom había escapado. El guardia de turno miró y vio que venía una gran multitud por el camino del oeste, por el lado de la colina.

35 Yonadav le dijo al rey: “¡Mire, han llegado los príncipes! Es tal como le había dicho su servidor.

36 Cuando él acabó de hablar, llegaron los príncipes y rompieron a llorar; y el rey y todos sus corte-sanos lloraron amargamente también.

37 Avshalom había huido y se había ido donde Talmay hijo de Amijud, rey de Gueshur. Y [el rey Dawid] lloraba por su hijo todos los días.

38 Avshalom, que había huido a Gueshur, permaneció allí tres años.

39 Y el rey Dawid se consumía por ver a Avshalom, porque ya se había consolado de la muerte de Amnón.