Génesis 27:29-31

29 Que los pueblos te sirvan, y las naciones se postren ante ti; sé el amo de tus hermanos, y que los hijos de tu madre se postren ante ti. Malditos sean los que te maldigan, benditos los que te bendigan”.

30 No bien hubo salido Yaaqov de la presencia de su padre Yitsjaq –después que Yitsjaq acabó de bendecir a Yaaqov– cuando regresó su hermano Esaw de la cacería.

31 Él también preparó un plato y se lo trajo a su padre. Y le dijo a su padre: “Siéntese mi padre y coma de lo que cazó su hijo, para que me des tu ferviente bendición”.