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Isaías 63 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


El día de la venganza de Jehová

1 ¿Quién es éste que viene de Edom, con vestiduras brillantes desde Bozrah? ¿Quién es éste, de atuendo majestuoso, que marcha en su gran poder? “Soy yo, que contiendo victoriosamente, poderoso para dar triunfo”.

2 ¿Por qué está tan roja tu ropa, y tus vestiduras están como las del que ha pisado en el lagar?

3 “He pisado el lagar yo solo; de los pueblos nadie estuvo conmigo. Los he pisado en mi furor, y los he hollado en mi ira; la sangre de ellos salpicó mis vestiduras, y se manchó toda mi ropa.

4 Porque yo había planeado un día de venganza, y el año de mi redención ha llegado.

5 Entonces miré, y no había quien ayudara; me quedé mirando, y no hubo quien me apoyara –así que mi propio brazo me trajo el triunfo, y mi propia ira fue mi ayuda.

6 En mi furor pisoteé pueblos; los embriagué con mi ira, y tiré su gloria por el suelo.

Bondad de Jehová hacia Israel

7 Los actos bondadosos de Yahweh recordaré, las alabanzas de Yahweh –por todo lo que ha hecho Yahweh por nosotros, su abundante cosecha para la casa de Yisrael que les ha otorgado según su misericordia y su gran bondad.

8 Él pensó: “Ciertamente ellos son mi pueblo, hijos que no serán falsos”. Así que él fue su Libertador.

9 En todas las angustias de ellos él se angustió; y el mensajero de su Presencia los libró. En su amor y su piedad él mismo los redimió, los alzó y los exaltó todos los días de la antigüedad.

10 Pero ellos se rebelaron y entristecieron su santo espíritu; por eso se volvió su enemigo, y él mismo combatió contra ellos.

11 Pero se acordaron de los días antiguos, de Aquel que sacó a su pueblo [del agua]: “¿Dónde está el que los hizo subir del mar junto con el pastor de su rebaño? ¿Dónde está el que puso en su medio su santo de santidad,

12 el que hizo que su glorioso brazo marchara a la derecha de Mosheh, el que dividió las aguas ante ellos para hacerse un nombre eterno?

13 Él fue el que los condujo por los abismos para que no tropezaran –como a un caballo en el desierto,

14 como una bestia que baja al valle”. Fue el espíritu de Yahweh que les dio reposo; así pastoreaste a tu pueblo para ganarte un nombre glorioso.

Plegaria pidiendo misericordia y ayuda

15 Mira desde el cielo y contempla desde tu santa y gloriosa altura: ¿Dónde está tu celo, tu poderío? Tu anhelo y tu amor me han sido negados.

16 Ciertamente tú eres nuestro Padre: aunque Avraham no nos considere e Yisrael no nos reconozca, tú, oh Yahweh, eres nuestro Padre; desde la antigüedad tu nombre es “Redentor Nuestro”.

17 ¿Por qué, oh Yahweh, nos haces extraviarnos de tus caminos y apartas nuestro corazón de respetarte? ¡Vuélvete por amor de tus siervos, por las tribus de tu heredad!

18 Nuestros adversarios han pisoteado tu Santuario, que tu pueblo poseyó por poco tiempo.

19 Hemos venido a ser un pueblo sobre quienes tú jamás gobernaste, a los cuales nunca se ha ligado tu nombre.