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Jeremías 12 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Queja de Jeremías y respuesta de Dios

1 Tú ganarás, oh Yahweh, si yo hago reclamos en tu contra; sin embargo, presentaré cargos contra ti: ¿Por qué prospera el camino de los malvados? ¿Por qué tienen tranquilidad los que hacen traición?

2 Tú los plantaste, y han echado raíces, se extienden, y hasta dan fruto. Tú estás presente en sus bocas, pero lejos de sus pensamientos.

3 Sin embargo, oh Yahweh, tú me has notado y me has observado; has probado mi corazón, y has hallado que está contigo. Sepáralos, como a ovejas destinadas al matadero; prepáralos para el día de la matanza.

4 ¿Hasta cuándo tiene que languidecer la tierra y secarse la hierba de todo el campo? ¿Tendrán que perecer las bestias y las aves, por la maldad de sus habitantes, que dicen: “El no verá nuestro futuro”.

5 “Si corres con los de a pie y te cansan, ¿cómo podrás competir con los caballos? Si estás seguro solamente en una tierra tranquila, ¿cómo te irá en la espesura del Yardén?

6 Porque aun tus parientes y la casa de tu padre te han traicionado; gritan detrás de ti como una turba. No les creas cuando te hablen cordialmente.

7 He abandonado mi Casa, he desamparado mi heredad, he entregado lo que más yo amaba en mano de sus enemigos.

8 Mi propia heredad actuó conmigo como un león en el bosque; contra mí levantó su voz; por eso la he rechazado.

9 ¿Mi propia heredad actúa conmigo como un ave de rapiña [o] una hiena; ¡que la rodeen las aves de rapiña! ¡Vayan, reúnan a todas las bestias salvajes, tráiganlas para que la devoren.

10 Muchos pastores han destruido mi viña, han pisoteado mi viña, han convertido mi precioso viña en un desierto desolado.

11 La han convertido en una desolación; desolada, ella me derrama su angustia. Todo el país está desolado, pero nadie lo toma en cuenta.

12 Sobre todos los cerros del desierto han venido los desoladores. Porque la espada de Yahweh devora desde un extremo del país hasta el otro; ningún mortal está seguro.

13 Sembraron trigo y cosecharon espinas. Han soportado dolor sin ningún provecho. Avergüéncense entonces de sus cosechas –a causa de la ardiente ira de Yahweh”.

14 Así ha dicho Yahweh: “En cuanto a mis malos vecinos que atacan la heredad que le di a mi pueblo Yisrael –los voy a arrancar de su tierra, y voy a arrancar de en medio de ellos a la Casa de Yahudah.

15 Entonces, después que los haya arrancado, lo haré volver a mi favor, y restauraré a cada uno de ellos a su propia heredad y en su propia tierra.

16 Y si aprenden los caminos de mi pueblo, para jurar por mi nombre – ‘¡Por vida de Yahweh!’– tal como una vez enseñaron a mi pueblo a jurar por Báal, entonces ellos serán edificados en medio de mi pueblo.

17 Pero si no hacen caso, arrancaré a esa nación, la arrancaré y la destruiré –declara Yahweh.