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Jeremías 37 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Encarcelamiento de Jeremías

1 Tsidqiyahu hijo de Yoshiyahu llegó a ser rey en lugar de Konyahu hijo de Yahoyaqim, porque Nevukhadretsar, rey de Bavel, lo había puesto como rey en la tierra de Yahudah.

2 Pero ni él, ni sus cortesanos, ni el pueblo del país hicieron caso a las palabras que Yahweh había hablado por medio del profeta Yirmeyahu.

3 Sin embargo, el rey Tsidqiyahu envió a Yahukhal hijo de Shelemyah y al sacerdote Tsefanyahu hijo de Maaseyah, para que le dijeran al profeta Yirmeyahu: “Por favor, ora por nosotros a Yahweh, nuestro Elohim”.

4 –Yirmeyahu todavía podía entrar y salir en medio del pueblo, porque todavía no lo habían puesto en la cárcel.

5 El ejército del Paroh había salido de Mitsráyim; y cuando los kasditas que tenían sitiada a Yerushalem oyeron el informe, se fueron de Yerushalem–.

6 Entonces le llegó la palabra de Yahweh al profeta Yirmeyahu:

7 “Así ha dicho Yahweh el Elohim de Yisrael: Díganle así al rey de Yahudah que los envió para que me consultaran: El ejército del Paroh que salió a auxiliarlos a ustedes va a regresar a su tierra, a Mitsráyim.

8 Entonces los kasditas volverán y atacarán esta ciudad; y la capturarán y la destruirán por fuego.

9 “Así ha dicho Yahweh: No se engañen ustedes mismos pensando: ‘Los kasditas se alejarán de nosotros’. Porque no se alejarán.

10 Aun si ustedes derrotaran a todo el ejército de los kasditas que combaten contra ustedes, y quedaran de ellos sólo algunos hombres heridos en sus carpas, ésos se levantarían y le prenderían fuego a esta ciudad”.

11 Cuando el ejército de los kasditas se retiró de Yerushalem a causa del ejército del Paroh,

12 Yirmeyahu salía de Yerushalem para ir a la tierra de Binyamín con el fin de recibir allí una propiedad, en medio del pueblo.

13 Y cuando llegó a la Puerta de Binyamín, estaba allí un oficial de guardia llamado Yeriyah hijo de Shelemyah, hijo de Jananyah, y éste arrestó al profeta Yirmeyahu, diciendo: “¡Tú estás pasándote a los kasditas!”

14 Pero Yirmeyahu respondió: “¡Falso! No me estoy pasando a los kasditas”. Pero Yeriyah no le hizo caso; arrestó a Yirmeyahu y lo llevó a los oficiales.

15 Los oficiales se enfurecieron contra Yirmeyahu; lo azotaron y lo pusieron en la prisión, en la casa del escriba Yahonatán –porque la habían convertido en una cárcel.

16 Así fue a parar Yirmeyahu al calabozo y a las celdas, y allí permaneció Yirmeyahu por muchos días.

17 Entonces el rey Tsidqiyahu mandó a buscarlo, y le consultó secretamente en su casa. Le preguntó: “¿Hay alguna palabra de parte de Yahweh?” Yirmeyahu respondió: “Sí, la hay”. Y añadió: “Usted será entregado en manos del rey de Bavel”.

18 Dijo también Yirmeyahu al rey Tsidqiyahu: “¿En qué he faltado contra ti, contra tus cortesanos y contra este pueblo, para que me hayan puesto en la cárcel?

19 ¿Y dónde están esos profetas de ustedes que les profetizaban que el rey de Bavel nunca vendría contra ustedes ni contra esta tierra”?

20 Ahora, por favor, escuche, Su Majestad el rey, y conceda mi petición: No me haga volver a la casa del escriba Yahonatán para morir allí”.

21 Entonces el rey Tsidqiyahu dio órdenes para que alojaran a Yirmeyahu en el patio de la prisión, y haciendo que se le supliera cada día una hogaza de pan de la Calle de los Panaderos –hasta que se agotara todo el pan de la ciudad. Así quedó Yirmeyahu en el patio de la prisión.