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Job 33 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Eliú censura a Job

1 Pero ahora, Iyov, escucha mis palabras; presta atención a todo lo que diga.

2 Ahora abro mis labios, mi lengua forma palabras en mi boca.

3 Mis palabras declaran la rectitud de mi corazón; lo que saben mis labios lo dicen con sinceridad.

4 El espíritu de Elohim me formó; el aliento de Shaday me sostiene.

5 Si acaso puedes, respóndeme; argumenta contra mí, asume una posición.

6 Tú y yo somos lo mismo ante ha"El; yo también fui formado del barro.

7 Tú no te llenas de terror ante mí; mi presión no es demasiada sobre ti.

8 En verdad, tú hablaste a oídos míos; te oí decir las palabras:

9 “No soy culpable, estoy libre de transgresión; soy inocente, sin maldad.

10 Pero el [Elohim] halla razones para oponérseme, me considera su enemigo.

11 Él pone mis pies en el cepo, vigila todas mis sendas”.

12 En esto no tienes razón; yo te responderé: Elohim es más grande que cualquier hombre.

13 ¿Por qué te quejas contra él de que él no responde a ninguna de las acusaciones del hombre?

14 Porque Elohim habla una y otra vez –aunque nadie lo percibe–

15 por sueños, en visión nocturna, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, cuando se adormecen en la cama.

16 Entonces él le abre el entendimiento a los hombres, y disciplinándolos estampa su firma

17 para apartar al hombre de una acción, para suprimir la arrogancia del varón.

18 Él lo libra del Hoyo, libra su persona de perecer por la espada.

19 Recibe reprensión con dolores en su cama, y con constante temblor en sus huesos.

20 Aborrece el alimento; su comida favorita le [es repulsiva].

21 Su carne se consume hasta que no se puede ver, y sus huesos se desgastan hasta que se hacen invisibles.

22 Se acerca al Hoyo, su vida llega [al borde de] la muerte.

23 Si tiene un representante, un intercesor contra mil, para declarar la justicia del hombre,

24 entonces Él le tiene piedad y decreta: “Líbralo de descender al Hoyo, pues he obtenido su rescate”.

25 Que su carne se vuelva más saludable que en su juventud, que vuelva a sus días de joven.

26 Ora a Elohim y éste lo acepta; entra en su presencia con gritos de gozo, porque Elohim recompensa al hombre por su justicia.

27 Éste le dice a la gente: “Yo había pecado; había pervertido lo recto; pero no se me pagó por ello”.

28 Él lo libró de pasar al Hoyo, disfrutará de la luz.

29 Verdaderamente, Elohim le hace todas estas cosas al hombre, dos y tres veces,

30 para restaurarlo del Hoyo, para iluminarlo con la luz de la vida.

31 Atiende, Iyov, y escúchame; quédate callado, y yo hablaré.

32 Si tienes lo que dices, respóndeme; habla, que estoy ansioso por vindicarte.

33 Pero si no, escúchame. Quédate callado, y yo te enseñaré sabiduría.