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Juan 5 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


El paralítico de Betesda

1 Después de esto hubo una fiesta de los yahuditas, y Yahoshúa subió a Yerushaláyim.

2 En Yerushaláyim, junto a la puerta de las Ovejas, hay un estanque con cinco pórticos que en hebreo se llama Bet-Zata.

3 En ellos estaba echada una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua. [

4 Porque un mensajero de Yahweh bajaba de tiempo en tiempo al estanque y revolvía el agua; y el primero que entrara después de removida el agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviera].*

5 Se encontraba allí cierto hombre que había estado enfermo durante treinta y ocho años.

6 Cuando Yahoshúa lo vio tendido y supo que hacía tanto tiempo que estaba así, le preguntó: “¿Quieres sanarte?”

7 El enfermo le respondió: “Maestro, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando se agita el agua; y mientras yo me muevo, otro baja antes que yo”.

8 Yahoshúa le dijo: “Levántate, coge tu camilla y anda”.

9 Y en seguida el hombre quedó sano, cogió su camilla y anduvo. Y aquel día era Shabat.

10 Entonces los [dirigentes] yahuditas le decían a aquel que había quedado sano: “Es Shabat, y no te está permitido cargar tu camilla”.

11 Pero él les respondió: “El mismo que me sanó me dijo: “Coge tu camilla y anda”.

12 Entonces le preguntaron: “¿Quién fue el hombre que te dijo: “Coge tu camilla y anda”?

13 Pero el que había sido sanado no sabía quién había sido, porque Yahoshúa se había retirado, pues había mucha gente en el lugar.

14 Después Yahoshúa lo halló en el Templo y le dijo: “Mira, has quedado sano; no peques más, para que no te ocurra algo peor”.

15 El hombre se fue y le informó a los [dirigentes] yahuditas que Yahoshúa era el que lo había sanado.

16 Por este motivo los [dirigentes] yahuditas perseguían a Yahoshúa, porque hacía estas cosas en Shabat.

17 Pero Yahoshúa les respondió: “Mi Padre hasta ahora trabaja; y yo también trabajo”.

18 Por esta razón los [dirigentes] yahuditas aún más trataban con mayor empeño de matarlo, porque no sólo quebrantaba el Shabat, sino que también llamaba a Elohim su propio Padre, haciéndose igual a Elohim.

La autoridad del Hijo

19 Por eso Yahoshúa tomó la palabra y les dijo: “En verdad, en verdad les digo que el Hijo no puede hacer nada de su propia iniciativa, sino lo que ve hacer al Padre. Porque todo lo que él hace, lo hace también el Hijo de igual manera.

20 “Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él mismo hace. Y le mostrará obras mayores que éstas, para que ustedes se asombren.

21 Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.

22 “Porque el Padre no juzga a nadie, sino que todo el juicio se lo dio al Hijo,

23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.

24 “En verdad, en verdad les digo que el que oye mi palabra y le cree al que me envió tiene vida eterna. El tal no va a juicio, sino que ha pasado de muerte a vida.

25 En verdad, en verdad les digo que viene el tiempo, y es ahora, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Elohim, y los que oigan vivirán.

26 Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le concedió al Hijo el tener vida en sí mismo.

27 Y también le dio autoridad para hacer juicio, porque él es el Hijo del Hombre.

28 “No se asombren de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz

29 y saldrán, los que hicieron el bien para la resurrección de vida, pero los que practicaron el mal para la resurrección de juicio.

Testigos de Cristo

30 “Yo no puedo hacer nada de mi propia iniciativa. Como oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco la voluntad mía, sino la voluntad del que me envió.

31 Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.

32 El que da testimonio de mí es otro, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.

33 Ustedes enviaron mensajeros a Yojanán, y él ha dado testimonio de la verdad.

34 Pero yo no recibo el testimonio de parte del hombre; más bien, digo esto para que ustedes se salven.

35 Él era una antorcha que ardía y alumbraba, y ustedes quisieron regocijarse por un poco en su luz.

36 “Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Yojanán; porque las obras que el Padre me ha dado para cumplirlas, las mismas obras que hago dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.

37 Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Pero ustedes nunca han oído su voz, ni han visto su apariencia,

38 ni tienen su palabra morando en ustedes; porque ustedes no creen a quien él envió.

39 “Ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen vida eterna; pues ellas son las que dan testimonio de mí,

40 y sin embargo ustedes no quieren venir a mí para que tengan vida.

41 “No recibo gloria de parte de los hombres.

42 Pero a ustedes yo los conozco y sé que no tienen el amor de Elohim en ustedes.

43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me reciben. Si otro viene en su propio nombre, a ese lo reciben.

44 “¿Cómo van a poder ustedes creer cuando reciben gloria unos de otros y no buscan la gloria que viene de parte de Elohim único?

45 “No piensen que yo los voy a acusar delante del Padre. El que los acusa es Mosheh, en quien ustedes han puesto su esperanza.

46 Porque si ustedes le creyeran a Mosheh, me creerían a mí; pues él escribió de mí.

47 Pero si no creen a sus escritos, ¿cómo creerán a mis palabras?