Biblia Total


Jueces 8 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Gedeón captura a los reyes de Madián

1 Y los hombres de Efráyim le dijeron: “¿Por qué nos hiciste eso -de no llamarnos cuando fuiste a combatir a los midyanitas?” Y lo reprendieron severamente.

2 Pero él les contestó: “Después de todo, ¿que he realizado yo en comparación con ustedes? ¡Si los rebuscos de Efráyim son mejores que la vendimia de Abiézer!

3 Elohim ha entregado en las manos de ustedes a los generales Oreb y Zeeb, ¿y qué pude hacer yo en comparación con ustedes?” Y cuando habló de esta manera, se calmó la ira de ellos contra él.

4 Guidón llegó al Yardén y lo cruzó. Los trescientos hombres que iban con él estaban hambrientos, pero aún persiguiendo.

5 Les dijo a los hombres de Sukot: “Por favor, denles algunas hogazas de pan a los hombres que me siguen, que están hambrientos, y estoy persiguiendo a Zébaj y a Zalmuná, los reyes de Midyán”.

6 Pero los oficiales de Sukot respondieron: “¿Acaso Zébaj y Zalmuná están ya en tus manos, para que les demos pan a tus tropas?”

7 Guidón declaró: “¡Juro que, cuando Yahweh entregue a Zébaj y a Zalmuná en mis manos, trillaré los cuerpos de ustedes sobre los espinos y abrojos del desierto!”

8 De allí subió a Penuel y les hizo el mismo pedido; pero la gente de Penuel le dio la misma respuesta que la gente de Sukot.

9 Así que también amenazó a la gente de Penuel: “¡Cuando regrese a salvo, derribaré esta torre!”

10 Ahora bien, Zébaj y Zalmuná estaban en Qarqor con su ejército de unos 15,000 hombres; estos eran todos los que quedaban de todo el ejército de los kedemitas, porque los caídos sumaban 120,000 combatientes.

11 Guidón subió por el camino de los moradores en carpas, hasta el este de Nóbaj Yogbejah, y derrotó el campamento, que estaba sin vigilancia.

12 Zébaj y Zalmuná se dieron a la huida, pero Guidón los persiguió, y capturó a Zébaj y Zalmuná, los dos reyes de Midyán, e hizo caer en pánico a todo el campamento.

13 En su viaje de regreso de la batalla en la Cuesta de Jeres, Guidón hijo de Yoash

14 capturó a un muchacho de la población de Sukot y lo interrogó. Este le hizo una lista de los oficiales y ancianos de Sukot, que sumaban setenta y siete.

15 Entonces fue a la gente de Sukot y les dijo: “Aquí están Zébaj y Zalmuná, tocante a los cuales se burlaron ustedes de mí, diciendo: “¿Acaso Zébaj y Zalmuná están ya en tus manos, para que les demos pan a tus hombres hambrientos?”

16 Y tomó a los ancianos de la ciudad, buscó espinos y abrojos del desierto, y castigó con ellos a los hombres de Sukot.

17 En cuanto a Penuel, derribó su torre y mató a los hombres de la ciudad.

18 Entonces les preguntó a Zébaj y Zalmuná: “Aquellos hombres que ustedes mataron en Tavor, ¿cómo eran?” Ellos contestaron: “Eran como tú, parecían hijos de un rey”.

19 Él declaró: “Eran mis hermanos, los hijos de mi madre. Por vida de Yahweh, si ustedes les hubieran perdonado la vida, yo no los mataría”.

20 Y le ordenó a su hijo mayor Yéter: “Ve y mátalos”. Pero el muchacho no sacó su espada, porque era tímido, pues era todavía un muchacho.

21 Entonces Zébaj y Zalmuná dijeron: “Ven, mátanos tú, que hay que ser hombre para hacer eso”. Así que Guidón fue y mató a Zébaj y a Zalmuná, y cogió las media-lunas que tenían los camellos en el pescuezo.

22 Entonces los hombres de Yisrael le dijeron a Guidón: “Gobierna sobre nosotros -tú, tu hijo, y tu nieto también; porque tú nos has salvado de los midyanitas”.

23 Pero Guidón respondió: “No seré yo quien gobierne sobre ustedes, ni mi hijo gobernará sobre ustedes; solamente Yahweh gobernará sobre ustedes”.

24 Y Guidón les dijo: “Tengo una petición que hacerles: Déme cada uno de ustedes un zarcillo del despojo que recibió”. (Ellos tenían zarcillos de oro, porque eran yishmaelitas.)

25 Ellos respondieron: “¡Claro que sí! Y tendieron un manto, y cada uno echó allí el zarcillo que había recibido como botín.

26 El peso de los zarcillos de oro que había pedido llegó a 1,700 siclos de oro; esto fue además de las media-lunas y de los pendientes y de las ropas moradas que llevaban los reyes de Midyán y además de los collares en los pescuezos de sus camellos.

27 Guidón hizo un efod con ese oro y lo erigió en su propio poblado Ofrah. Allí se extravió todo Yisrael tras él, y esto vino a ser un lazo para Guidón y su familia.

28 Así se sometió Midyán a los yisraelitas y volvió a levantar cabeza; y la tierra estuvo tranquila por cuarenta años en el tiempo de Guidón.

29 De manera que Yerubáal hijo de Yoash se retiró a su propia casa.

30 Guidón tenía setenta hijos, salidos de sus lomos, porque tenía muchas esposas.

31 También le nació un hijo de su concubina en Shekhem, y lo llamó Avimélekh.

32 Guidón hijo de Yoash murió a una edad bien avanzada, y lo enterraron en la tumba de su padre Yoash en Ofrah de los abiezritas.

33 Después que murió Guidón, los yisraelitas se extraviaron de nuevo tras los Baalim, y adoptaron a Báal Berit como su deidad.

34 Los yisraelitas no tuvieron en mente a Yahweh su Elohim, quien los salvó de todos sus enemigos alrededor.

35 Tampoco mostraron lealtad a la casa de Yerubáal-Guidón en agradecimiento por todo el bien que le había hecho a Yisrael.