Lucas 8:27-29

27 Al bajarse él a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad, el cual tenía demonios. Desde hacía mucho tiempo no había llevado ropa, ni vivía en una casa, sino entre los sepulcros.

28 Pero cuando vio a Yahoshúa, gritó, se postró delante de él y dijo con voz fuerte: “¿Qué tienes conmigo, Yahoshúa, Hijo de Elohim Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!”

29 Porque Yahoshúa había mandado al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues se había apoderado de él desde hacía mucho tiempo. Para protegerlo, lo ataban con cadenas y con grillos, pero él rompía las ataduras y el demonio lo impelía a los desiertos.