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Marcos 9 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


1 También les dijo: “En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí presentes que no gustarán la muerte hasta que hayan visto venir el reino de Yahweh con poder”.

La transfiguración

2 En efecto, seis días después, Yahoshúa llevó consigo a Kefá, a Yaaqov y a Yojanán, y los hizo subir aparte, a solas, a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos.

3 Sus vestiduras se volvieron brillantes, mucho más blancas que lo que pudiera blanquearlas ningún lavandero en la tierra.

4 También se les apareció Eliyahu con Mosheh, y estaban hablando con Yahoshúa.

5 Entonces Kefá intervino y le dijo a Yahoshúa: “Rabí, es bueno que nos quedemos aquí. Así que levantemos tres enramadas: una para ti, otra para Mosheh y otra para Eliyahu”.

6 Pero él no sabía lo que decía, porque estaban sobrecogidos de terror.

7 Entonces vino una nube que los cubrió con su sombra, y de la nube salió una voz [que dijo]: “Este es mi hijo amado; óiganlo a él”.

8 Pero de repente miraron alrededor y ya no vieron a nadie más con ellos, sino sólo a Yahoshúa.

9 Mientras bajaban del monte, Yahoshúa les ordenó que no le contaran a nadie lo que habían visto, hasta después que el Hijo del Hombre se levantara de entre los muertos.

10 Y ellos se reservaron el asunto, comentando entre ellos mismos qué significaría aquello de levantarse de entre los muertos.

11 Entonces le preguntaron: “¿Por qué dicen los escribas que Eliyahu tiene que venir primero?”

12 Él les dijo: “En verdad, Eliyahu viene primero y restaura todas las cosas. Pero, ¿cómo está escrito sobre el Hijo del Hombre, que tiene que padecer mucho y ser menospreciado?

13 Sin embargo, les digo que Eliyahu vino ya; e hicieron con él todo lo que quisieron, tal como está escrito de él”.

Jesús sana a un muchacho endemoniado

14 Cuando llegaron donde los [otros] discípulos, vieron una gran multitud alrededor de ellos, y a unos escribas que argumentaban con ellos.

15 En seguida, cuando toda la gente lo vio, se sorprendió, y corrieron hacia él para saludarlo.

16 Y les preguntó: “¿Qué argumentaban ustedes con ellos?”

17 Uno de la multitud le respondió: “Rabí, te traje a mi hijo porque tiene un espíritu mudo,

18 y dondequiera que se apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos y cruje los dientes, y se está consumiendo. Les hablé a tus discípulos para que lo expulsaran, pero no pudieron”.

19 Él respondió y les dijo: “¡Ay generación incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo”.

20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu lo vio, enseguida convulsionó al muchacho, quien cayó en tierra revolcándose y echando espumarajos.

21 Yahoshúa le preguntó al padre: “¿Cuánto tiempo hace que le sucede eso?” Él dijo: “Desde niño”.

22 Muchas veces lo echa en el fuego o en el agua para matarlo; pero si puedes hacer algo, ¡ten compasión de nosotros y ayúdanos!”

23 Yahoshúa le dijo: “¿Si puedes? ¡Para el que tiene fe todo es posible!”

24 Inmediatamente el padre del muchacho exclamó: “¡Yo tengo fe! ¡Ayuda mi poca fe!”

25 Pero cuando Yahoshúa vio que la multitud se aglomeraba, reprendió al espíritu inmundo diciéndole: “Espíritu mudo y sordo, yo te mando que salgas de él y nunca más vuelvas a entrar!”

26 Entonces, clamando y convulsionándolo con violencia, el espíritu salió; y el muchacho quedó como muerto, de modo que muchos decían que estaba muerto.

27 Pero Yahoshúa lo cogió de la mano y lo enderezó, y él se levantó.

28 Cuando él entró en una casa, sus discípulos le preguntaron en privado: “¿Por qué no pudimos echarlo fuera nosotros?

29 Él les dijo: “Este género no puede salir con nada sino con oración”.

Jesús anuncia otra vez su muerte

30 Después de salir de allí, caminaban por el Galil. Él no quería que nadie lo supiera,

31 porque estaba impartiendo enseñanzas que eran para sus discípulos, y les decía: “Al Hijo del Hombre lo entregarán en manos de los hombres, y lo matarán. Pero aunque lo matarán, resucitará después de tres días”.

32 Pero ellos no entendían esta declaración y tenían temor de preguntarle.

¿Quién es el mayor?

33 Luego llegaron a Kefar Najum; y cuando estuvo en la casa, les preguntó: “¿Qué discutían entre ustedes por el camino?”

34 Pero ellos se quedaron callados, porque lo que habían discutido entre ellos por el camino era sobre quién era el más importante.

35 Entonces se sentó, llamó a los doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, deberá hacerse el último de todos y el servidor de todos”.

36 Y tomó a un niño y lo puso en medio de ellos; y cogiéndolo en brazos, les dijo:

37 “El que en mi nombre recibe a alguien como este niño, a mí me recibe; y el que a mí me recibe no me recibe a mí, sino a Aquel que me envió”.

El que no es contra nosotros, por nosotros es

38 Yojanán le dijo: “Rabí, vimos a alguien que echaba fuera demonios en tu nombre, y se lo prohibimos, porque no andaba con nosotros”.

39 Pero Yahoshúa dijo: “No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá después hablar mal de mí.

40 Pues el que no está contra nosotros, está con nosotros.

41 Cualquiera que les dé un vaso de agua en mi nombre, porque ustedes son del Mashíaj, en verdad les digo que jamás perderá su recompensa.

Ocasiones de caer

42 Pero a cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que le ataran una gran piedra de molino al cuello y que lo echaran al mar.

43 “Si tu mano te hace tropezar, córtatela. Te conviene más entrar manco a la vida que teniendo dos manos, ir al Crematorio, al fuego inextinguible,

44 [donde su gusano no muere, y el fuego no se apaga].

45 Si tu pie te hace tropezar, córtatelo. Te conviene más entrar cojo a la vida que teniendo dos pies, ser echado al infierno,

46 [donde su gusano no muere, y el fuego no se apaga].

47 Y si tu ojo te hace tropezar, sácalo. Mejor te es entrar con un solo ojo al reino de Elohim que, teniendo dos ojos, ser echado al infierno,

48 donde su gusano no muere, y el fuego no se apaga.

49 Porque todos serán salados para el fuego.

50 La sal es buena; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué la salarán? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.